miércoles, agosto 23, 2006

MALOS RECUERDOS


La oscuridad se mece sobre aquellos corazones corruptos; criados en la desesperanza del engaño y la mentira. De ellos sólo un futuro incierto se espera, lleno inseguridades y prontas tristezas.
La vida sin esperanza es tan apagada como el más oscuro abismo. Si sólo en la tristeza del pasado se piensa, el futuro será tan miserable como la triste melancolía.

lunes, agosto 07, 2006

EL DESPERTAR DE LA BESTIA


La bestia comprendió que pronto llegaría su hora. Faltaba poco para que de una vez por todas quedara suelta y diera de esta manera rienda suelta a sus perversidades. Estaba ansiosa de probar la carne fresca, ese dulce placer de desgarrar la piel, sacar los ojos, saciarse de la venganza, de la rabia de todo aquello que detestaba y le daba náuseas a tal extremo de botar por aquella boca todas las maldiciones al nefasto mundo que le había tocado vivir. Una vez más el mundo maldito le daba razones suficientes para dejar salir a la luz su perversidad. "Pero… ¡No!, el culpable no es el mundo, pero… pero éste me ataca… ¿no?… No sé qué hacer, cómo escapar. ¡No!, el culpable no es el mundo. ¿Las personas?... ¿Ellas son las culpables?". A quién podía culpar se preguntaba la bestia sedienta, deseosa de descargar su cólera. ¿A quién o a quiénes? Comienza entonces a buscar a los culpables de su tortura y sufrimiento, pero… ¡Mierda! ¿Dónde están? No los encuentra, por más que busca siempre llega al mismo lugar, al inicio. "¿Yo seré el culpable?". Comienza a abrumarse cada vez más su espíritu y la bestia… ya no puede contenerse, ha esperado mucho tiempo y su maldad ha llegado al límite. No es culpable el mundo ni la gente, ¿entonces quién? Sólo queda él. ¿Él es el culpable? Siempre que algo malo pasa él es el culpable; todos lo culpan… ¿y la bestia? Al fin encontró al maldito que ha causado su infortunio, su dolor. Entonces saboreando aquel maravilloso descubrimiento, se lanza sobre aquel maligno y lo devora con malicia, gustosa y dichosa de arrancarle la piel, los ojos… Al fin sació su hambre, pero pronto necesitará otra comida. ¿Quién será el próximo?

domingo, agosto 06, 2006

UNA MALA NOCHE


Esto es un relato ficticio. Por si las dudas.
El final depende de la mente curiosa de cada quién.
Una vez más no pude dormir. Como siempre me desperté como a eso de las tres de la mañana ofuscado por mis recuerdos. Por alguna razón que desconozco, a mi subconsciente le encanta torturarme con imágenes que a toda costa deseo olvidar. ¿Qué puedo hacer para remediar esto? En realidad no lo sé, pues lamentablemente el hombre, quién dice tener conciencia del control que posee sobre si, no puede controlar el lado subconsciente; ese lado que forma parte integra de nosotros. Llegar poder controlarla sería una verdadera ventaja, supongo. Esa noche, como me ha pasado ya tantas otras veces, soñé con una monstruosidad. Pero no se engañen, no era un ser ficticio creado por mi, a veces retorcida mente; este ser tan horripilante realmente existe. Lo peor de todo es que formó parte de mi educación. Sí exactamente, ese maquiavélico ser es, y ojalá pudiese decir era, una maldita que hacía las veces de profesora. Bueno, en realidad si era profesora, pero muy mala.

Aburrido por esto y con el deseo de no pensar más sobre el asunto, decidí dar un paseo por la ciudad, ya saben, para despejar la mente. Mientras recorría aleatoriamente las frías calles de la ciudad, choque casualmente a una mujer. Le pedí disculpas por haber tirado sus cosas, y lo mismo hizo ella. Al mirarla más detenidamente me percate que aquel rostro me era particularmente familiar. Seguramente ella no me reconoció, ya que me "educó" en mi infancia, pero por otro lado yo la reconocí de inmediato. Esto me hizo tomar una determinación que cambiaría para siempre mi forma de ver y sentir la vida; después de todo una ocasión así no se podía desaprobechar. Entonces lo que hice fue...